Fobia específica - CENTRO DE HIPNOSIS

Qué es una fobia

Una fobia (palabra derivada de Fobos) es un trastorno de salud emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas como, por ejemplo, a los insectos (entomofobia) o a los lugares cerrados (claustrofobia). También se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos (véase xenofobia, es decir, el odio a los extranjeros o extraños).

Un estudio en EE.UU. por el National Institute of Mental Health (NIMH) halló que entre el 8,7% y el 18,1% de los estadounidenses sufren de fobias. Discriminando edad y género, se encontró que las fobias son la más común enfermedad mental entre mujeres y la segunda más común psicopatía en hombres mayores de 25.

Casos no psicológicos

El término “fobia” puede significar casos específicos no vinculados con el temor. Por ejemplo, la hidrofobia es el temor al agua, pero también lo puede ser la incapacidad de beber agua debido a una enfermedad, o también puede describir un compuesto químico que repele el agua. Por su parte, la fotofobia no significa única y necesariamente un temor a la luz: puede ser un problema físico en los ojos o una aversión a la luz que puede inflamarlos o dilatar la pupila.

Algunos ejemplos pueden ser:

  • Acrofobia o Vértigo: miedo a las alturas.
  • Agorafobia: miedo a los lugares abiertos.
  • Antropofobia: miedo a las personas o a la sociedad.
  • Aracnofobia: miedo a las arañas o a los arácnidos.
  • Autofobia: miedo de quedarse solo.
  • Bogifobia: miedo a los duendes.
  • Canofobia: miedo a los perros.
  • Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
  • Coniofobia: miedo al polvo.
  • Coulrofobia: miedo a los payasos.
  • Crometofobia o Crematofobia: miedo al dinero y valores de capital.
  • Dendrofobia: miedo a los árboles.
  • Efebofobia: temor hacia los jóvenes o adolescentes.
  • Entomofobia: miedo a los insectos.
  • Gamofobia: horror del matrimonio.
  • Hemofobia: miedo a la sangre.
  • Hexakosioihexekontahexafobia: miedo irracional al número 666.
  • Hidrofobia: miedo al agua.
  • Hoplofobia: temor, miedo a las armas o más bien, las armas de fuego.
  • Islamofobia: temor inducido en contra de las culturas islámicas o musulmanas.
  • Lalofobia: miedo a hablar a otros o al público en general.
  • Lutrafobia: temor a las nutrias.
  • Leucofobia: miedo al color blanco.
  • Ligofobia: miedo a la oscuridad.
  • Necrofobia: miedo a los muertos/cadáveres.
  • Nictofobia: temor a la oscuridad.
  • Numerofobia: miedo a los números.
  • Ponofobia: miedo a hacer cualquier trabajo.
  • Quimiofobia o chemofobia: prejuicio contra las sustancias químicas.
  • Radiofobia: miedo a la radiación.
  • Rupofobia: miedo a la suciedad.
  • Sexofobia: Miedo al sexo, o a algunas de sus prácticas.
  • Segregarefobia: Miedo al rechazo social.
  • Selacofobia: Miedo irracional a los tiburones.
  • Telefonofobia: miedo a los teléfonos.
  • Tremofobia: miedo a los temblores.
  • Venustrafobia: miedo a las mujeres hermosas.
  • Xenofobia: temor o desagrado en contra de los extraños o extranjeros.
  • Zemifobia: temor a los topos.
  • Zoofobia: temor a los animales.
  • Araquibutirofobia: temor a que la mantequilla de maní quede pegada en el paladar.

Tratamiento

Las terapias psicológicas que pueden ser beneficiosas para las personas que padecen fobia son: la técnica de “inmersión” o las terapias graduadas de exposición, entre las que se encuentra la Desensibilización Sistemática (DS). Todas estas técnicas se enmarcan en el enfoque de la terapia cognitivo-conductual (TCC).

En algunos casos, también pueden ser de ayuda los medicamentos ansiolíticos. La mayoría de las personas que tienen fobias entienden que están sufriendo de un miedo irracional o desproporcionado, aunque este reconocimiento no impide que sigan manifestando esa intensa reacción emocional ante el estímulo fóbico.

La exposición graduada y la TCC trabajan con la meta de desensibilizar a la persona y de cambiar los patrones de pensamiento que están contribuyendo a su miedo. Las técnicas basadas en la TCC son a menudo eficaces, siempre y cuando la persona con este problema esté dispuesta a someterse a un tratamiento que puede durar algunos meses (en ocasiones semanas). Hay otras orientaciones terapéuticas, como el psicoanálisis o la programación neuro-lingüística(PNL) que abordan estos problemas clínicamente, pero sus resultados no se han verificado científicamente.

Terapias indicadas

A continuación le mostramos las terapias posibles que podremos utilizar en este caso, de forma individual o combinada.

Si sufre este problema póngase en contacto con CENTRO DE HIPNOSIS.
Contamos con una AMPLIA EXPERIENCIA en este tipo de tratamiento.