Mindfulness es un estado mental que nos lleva a una atención plena, es estar plenamente presentes en nuestro “aquí y ahora”. No es suficiente con activar nuestros sentidos, es necesario observar el mundo como si hubiéramos acabado de llegar a él, despojándonos de nuestra actitudes críticas y estando dispuestos a aceptar completamente las emociones, pensamientos o situaciones, en nuestro aquí y ahora, con nuestros recursos.

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness es una técnica de meditación que tuvo su origen en el meditación zen.

El principal objetivo de la meditación mindfulness es eliminar el sufrimiento innecesario. Para lograrlo, se potencia la introspección y el autoconocimiento, de manera que la persona logre un equilibrio interior que le permita enfrentar con mayor serenidad sus problemas y conflictos.

En qué consiste la terapia con Mindfulness

En el ámbito de la terapia, mindfulness (atención plena), proporciona una perspectiva más experiencial, en la que se apuesta por estrategias de cambio indirecto. A través de este método se intenta que la persona acepte las situaciones y emociones tal y como ocurren, lo cual le conduce a adoptar comportamientos diferentes de los que generaron o agravaron el problema.

Con el empleo de las técnicas de mindfulness se busca que la persona sea consciente de lo que está sucediendo, tanto en su interior como en su entorno. Durante la terapia con mindfulness, el terapeuta se centra en las emociones y sensaciones, intentando que éstas fluyan de manera natural. La persona sólo debe dejarse llevar y una vez que se convierta en un observador atento, logrará liberarse de las emociones que le perturban, esas de las cuales intentaba escapar.

De hecho, a menudo las personas que acuden a consulta tienen dificultades para aceptar sus problemas, por lo que la lucha contra los síntomas se convierte en muchas ocasiones en algo que aumenta y mantiene el problema (cuando el problema es la solución). Por lo que el primer paso de la terapia consiste en ayudarles a tomar conciencia del conflicto. El mindfulness no sólo propicia un estado de conciencia plena, sino que también les ayuda a comprender lo que sucede y, por ende, disminuye automáticamente la tensión.

Una vez que comprendemos y aceptamos las situaciones y emociones que nos están causando daño, nuestra mente pone en marcha sus mecanismos naturales de autorregulación, que no se habían podido activar porque estábamos demasiado ocupados bloqueando o escondiendo el malestar.

El próximo paso consiste en elegir las situaciones en las que nos implicaremos activamente, en qué proyectos vamos a invertir nuestro tiempo y esfuerzo. De hecho, la meditación mindfulness no implica una aceptación pasiva, sino que nos permite redirigir nuestra energía hacia las actividades más importantes, obviando el resto.

Los tres pilares fundamentales de la meditación mindfulness

• Centrarse en el presente
  No se trata simplemente de centrarse en el aquí y ahora sino de experimentar las situaciones y sensaciones sin intentar controlarlas. No implica cambiar un pensamiento “negativo” por otro “positivo”, sino vivir las cosas, sin ánimo de controlar lo que sucede, sin el influjo del pasado y sin la preocupación por el futuro. El objetivo no es controlar el malestar, el enojo o la tristeza, sino experimentarlos, sin más. Paradójicamente al experimentar lo que ocurre sin luchar contra ello, sin juzgarlo, y por lo tanto sin juzgarnos, aliviamos el sufrimiento y sentimos una mayor calma y un mayor autocontrol.
• Apertura a la experiencia
  Implica abrir la mente a las vivencias, centrándose fundamentalmente en las sensaciones y emociones que éstas generan. Se trata de evitar la crítica y cualquier tipo de prejuicio porque se considera que éstos alteran la experiencia en sí. Los estereotipos sólo sirven para encasillar las situaciones dentro de ciertos parámetros y hacen que éstas pierdan su verdadera riqueza. Se trata de asumir la postura de un observador.
• Aceptación radical
  Durante el mindfulness se persigue el objetivo de aceptar la experiencia, sin realizar ningún tipo de valoración. Las emociones y pensamientos supuestamente “negativos” se aceptan como algo natural. Cuando no valoramos ni rechazamos estas reacciones, nuestra mente reencuentra su equilibrio y esas sensaciones dejan de ser molestas y de ejercer un influjo perjudicial; pierden su poder sobre nosotros.

Beneficios del mindfulness

La práctica de las técnicas de mindfulness o atención plena te reportará varias ventajas:

• Aprenderás a focalizarte en el presente, en tus pensamientos, emociones y sensaciones, con lo cual podrás disfrutar con mayor plenitud de cada experiencia.
• Serás capaz de experimentar las emociones negativas pero sin que éstas te generen estrés o te atrapen en un círculo autodestructivo.
• Asumirás una actitud libre de crítica, lo cual te liberará del influjo perjudicial de las expectativas, de los juicios y de las creencias limitantes y te permitirá enfrentar los problemas desde una perspectiva más equilibrada.
• Podrás liberarte de los pensamientos negativos u obsesivos que te producen ansiedad.
• Encararás los problemas con una mayor fortaleza, siendo consciente de que no se trata de situaciones que durarán por siempre.

¿En qué situaciones se recomienda la terapia con mindfulness?

Las técnicas del mindfulness o atención plena se utilizan con éxito en la terapia para tratar diferentes problemas: